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miércoles, 5 de enero de 2011

Ssshh.

A veces el silencio dice cosas más bonitas que las palabras. Un silencio en el momento oportuno da mucho juego. Me gustaría ser silencio de vez en cuando. Cuidadoso, curioso, intrigante, tenaz, singular, valiente, largo, corto, bonito, amargo,... Sí, has oído bien (nunca mejor dicho) quiero ser silencio. El silencio que se escapa entre las olas del mar. El eterno parpadeo de los semáforos. El goteo de agua de una larga ducha en un día de verano. El no ruido de las palomitas en una sala de cine. Ser la sombra que te acompaña... Hablar con la mirada. Callar al mundo con la verdad. Ser viento y escuchar el ajetreo de las calles. El momento clave de una película de terror. El silencio de un secreto. El instante que alguien te deja sin palabras...
Si de verdad crees que una imagen vale más que mil palabras, es que no has escuchado de verdad al silencio...

2 comentarios:

  1. Es sorprendente que coincidamos en tantas cosas. También en esto. Desde hace años defiendo que el silencio es la música más bonita que pueda interpretarse. Todos los silencios que has definido son válidos, sobre todo si finalizan en un beso. Leí hace días un verso de Jaime Sabines que refleja bien nuestra opinión: "Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada". Ante poetas así, uno no puede sino quitarse el sombrero y sentirse afortunado por haber encontrado ese texto.
    Parece que te sobran motivos para sorprenderme. Se me alegra el día leyéndote.
    Un beso.

    El chico que madruga los domingos

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  2. 5 de enero. Víspera de sorpresas y olor a papel de regalo. Si tuviera el gusto de conocerte personalmente, mañana te regalaría algo. Que no te quepa la menor duda. Pero la distancia no es excusa para no tener un detalle contigo. Máxime teniendo en cuenta que personas como tú no se las encuentra uno todos los días. Me gustaría poner mi granito de arena y aumentar tu seisdeneriano lote de regalos. Y no se me ocurre nada que no sea una canción. Pero no una cualquiera, sino la más bella jamás compuesta: "Ese amigo del alma". La versión íntegra dura unos trece minutos. Me faltan palabras para definirla, pero diría que podría ser la banda sonora de un abrazo. No tardarás en tenerla entre tus favoritas. Y cada vez que la escuches acuérdate del chico que madruga los domingos.
    Espero que mañana tengas lo que deseas.
    Un beso.

    El chico que madruga los domingos.

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