Querido nadie, ausente tú:
Llevo tiempo imaginándote. Hablando de ti, contigo, sin ti, de mí y de un nosotros utópico. Pensando en todo, en nada al fin y al cabo, soñando con el vacío que me dejas cuando te vas. Eres la palabra de cuatro letras más corta y más llena de significado. Ese instante que permanece en el tiempo. Eres un ya y un luego. La canción de la que todos cantan, el libro que todos leen. Tu nombre es la poesía de mis labios. ¿Qué eres? ¿Qué me queda de ti? Nada. Eres la cosa más dolorosa, duradera, amarga, a veces trágica e infeliz, dura y sin sentido que jamás he probado. Pero si nunca te hubiese probado, no hubiese conocido el placer, la alegría, el sabor dulce, la locura misma...
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.
