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lunes, 28 de noviembre de 2011

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Dedicaría mi vida entera al arte y aún me faltarían días. Me empaparía de pinturas, de gamas cromáticas y pinceles. De lienzos y cuadros. Estatuas y barro. Solo comería bocadillos de cómics y devoraría libros bajo las sábanas. Pintaría mil estados de ánimo y me describiría en mil palabras suaves, bonitas, brutas o delicadas, pero jamás dejaría de vivir encadenada a las palabras. Fotografiaría cada instante y dejaría mi vida al libre albedrío; a la propia imaginación... Soñaría a ras del cielo e inventaría diez formas nuevas de ser yo, sin serlo; interpretando. Daría mi vida entera a la danza -si supiera bailar- y al canto -si supiera, al menos, entonar-.

¿Pero qué..? ¡Me pondré a ello! ¡Mi vida estará plasmada en las paredes, en la televisión, en la radio, en un lienzo mal pintado o en un marco guardado en una estantería del rincón! Puede incluso que jamás sea conocida en todo el mundo, pero mi vida está pensada para enseñarla; para transmitirla.


¿A qué espero?

jueves, 24 de noviembre de 2011

jueves, 17 de noviembre de 2011

impotencia y tanto sin sentido.

Me da rabia. Olvidarme de un pasado que no tendrá un futuro para mí. Recordar que no recuerdo, obviar sentimientos. La impotencia se apodera de mí. ¿Qué hago? Debato para mí misma aún sin saber quién seré en un futuro o quién llegué a ser en el pasado. ¿Quién soy? Me atormenta la incertidumbre, mi alrededor.
No puedo con las enfermedades que no conozco, las caras desconocidas y palabras que no sé pronunciar. Se lengua la traba... digo; se me traba la lengua.

Alzheimer.