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jueves, 13 de enero de 2011

Ruido.

Soy demasiado contradictoria. Otros lo llamaría bipolar, pero bipolar suena demasiado extremo... Si el otro día hablaba de lo importante que era el silencio, del poco o insuficiente caso que le hacemos, me he parado a pensar un momento (pues no dispongo de dos momentos) y... ¿¡qué sería de nuestra vida sin el ruido?! (me apiado de los sordos en este mismo instante). Sí, de ese tormentoso escándalo que a veces no nos deja dormir (¡malditas obras!, ¡odiosos vecinos!, ¡estúpida televisión!, ¡asquerosa alarma del despertador! y una kilométrica lista por detrás). El incesante e incansable recordatorio que hacen los electrodomésticos y demás aparatos tecnológicos cuando se les agota la batería (es tan terrible y odioso ese pitido...). ¿Y qué me dices del sonido de la campana después de clase? ¡Nunca un sonido ha sido tan bello! El estremecedor escalofrío que recorre mi cuerpo en pleno concierto y que al salir, los oídos los tenga completamente taponados. El propio sonido mecánico mientras escribo y escucho. El ruido de una risa. Escuchar el despegue de un avión o secarte el pelo a correprisas (¡¿por qué será tan ruidoso?!). Si te detienes, captarías miles de ellos. Está por todas partes; nos rodea y condena. Somos esclavos del silencio, pues, aunque queramos, viviremos a su vera y, aún siendo lo contrario, somos siervos del ruido ¡oh dulce condena!
Me encantaría detenerme en cada silencio y ruido que calla y escucha mi vida... ¡Pongámonos a ello! Por lo pronto, me pondré a escuchar algo de Oasis, espero luego tener suficiente silencio para poder estudiar.... ¡Sí, lo quiero todo!


http://www.youtube.com/watch?v=p7hGCYcfk0I Stop Crying your heart out.

2 comentarios:

  1. El ruido altera la sangre más que un batallón de primaveras. Al menos que amortigüen el volumen.
    Siento no haber escrito durante unos días. Las causas ajenas y la voluntad son amargamente incompatibles. Ya lo sabes, ¿no? Pero no me había olvidado de ti. Ni de madrugar.
    ¿Te vienes al teatro?
    Un beso.

    El chico que madruga los domingos

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  2. Vaya, me sorprendo aún cada vez que leo uno de tus comentarios, gracias por leerme, siempre hace ilusión que haya alguien ahí diciéndote si le gusta o no.
    Un saludo!

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