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sábado, 25 de diciembre de 2010

¿Y tú qué miras?

Odio las injusticias. Estoy cansada del pasotismo. Harta de los compromisos que no van a ningún lugar. No puedo con la gente que dice sí y luego no. Mierda de altruismo... Detesto que los méritos vayan siempre para los mismos y que la justicia no se reparta como es debido... Pero seamos realistas, por mucho que diga, luego no digo nada y me lo callo. Todo para mí. Un día explotaré. Ea...

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Enamórame.

Desayúname en una mirada y cómeme a besos. Enrédame entre las sábanas y átame a tus abrazos. Enamórame una sonrisa y cómeme con palabras dulces, suaves y cálidas... Enséñame una de tus muecas para que me quede amarrada a tus gestos. Suéñame con caricias hasta hacer real el momento. Escríbeme con la boca que me quieres y quedará preso del recuerdo. Cómeme a mordiscos y cúrame con susurros... Láteme fuerte el pecho y sincroniza los latidos. Hiélame con tus suspiros y acelérame el pulso. Descontrólame la pasión y aparca la ñoñería... Quiéreme hasta odiarme. Mátame de placer...

martes, 21 de diciembre de 2010



Tick-Tack, tick-tack, tick-tack... Los segundos vuelan, los minutos corren. La hora ha llegado. La saliva está rasgando tu garganta, impidiéndote respirar el dolor que siente tu pecho. En vano lleno mis pulmones de aire, pero sólo expiro sufrimiento. Cierras los ojos, intentando contener en un suspiro la rabia de mucho tiempo atrás. Esfuerzo en vano, pues de ellos desborda una oleada de lágrimas que recubre esas mejillas sonrosadas. Los ojos secos, la garganta desgastada, la cabeza debajo de las rodillas, el corazón en un puño... ¡Qué locura! Pero yo ya no estoy cuerdo. Tick-tack, tick-tack. Resuena en mi cabeza el mismo pensamiento. Tal era la impotencia que se adueñó de mí, de ti, de nosotros y de la causa de que esté ebria de rabia y locura. Actuarán mis emociones y callarán mis palabras. Morir de amor no es tan dulce como parece...






lunes, 20 de diciembre de 2010

Alguien que...

Alguien que cuando me ponga borracha me lleve a casa en brazos.

Que me rompa las medias con la boca, y luego me compre otras.

Que me haga el amor contra la pared y se meta conmigo en la bañera.

Que se pierda conmigo para después rescatarme de laberintos sin sentido.

Que saque la espada y me defienda de víboras, pirañas y putas.

Alguien que cosa disfraces a mis días malos, y los convierta en buenos.

Que no se enfade si no me entiende, ni me entiendo y lo mareo.

Que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer.

Que no de por hecho que siempre voy a estar ahí pero que tampoco lo dude.

Que no me haga sufrir porque sí, pero que tampoco me venda amor eterno manoseado.

Alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin cogerme de la mano.

Que no me compre regalos pero que tenga mil detalles de papel.

Que no le guste verme llorar y me haga reir hasta cuando no tenga ganas.

Que de vez en cuando decida perseguirme en los bares y conocerme otra vez.

Que me mire, le mire, y me tiemblen las piernas sin remedio.

Alguien que esté loco por mi, y no se le olvide decirmelo los días de resaca.

Que si se pone animal, sea sólo en la cama, y me mate a besos por la mañana.

Que no se acostumbre a mi y deje de inventar nombres nuevos para despertarme.

Que si mira a otra, luego me guiñe un ojo, y se ría de mis celos de hojalata.


Y sobre todo, que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado.

domingo, 19 de diciembre de 2010

*

Necesito una buena ración de fresas con azúcar. Más tiempo para poder hacer las cosas bien y llevar todo aprendido y alguien que me diga que todo saldrá bien aunque yo misma sepa que no. Amaría eternamente a quién ahora mismo me diese un abrazo y me sacara una sonrisa haciendo muecas. Me falta tener algunas cosas claras, me faltan personas y me falta autoestima en mi vida. Necesito un vaso de leche caliente debajo de una cálida manta en un largo día de invierno. Necesito creer que estoy haciendo las cosas bien, ser sincera conmigo misma. ¡Oh, Dios! ¡Dejaré de decir lo que necesito! Quiero... Quiero... ¡Quiero llorar!

jueves, 16 de diciembre de 2010

Me quedo contigo.

Tú eres el culpable de ésto. No te hagas el tonto, y mucho menos el loco; lo sabes perfectamente. Tú, con la rima de tu sonrisa, con el laberinto de tu mirada y el eterno goteo de tus lunares... Tú, con ese pelo enmarañado del que me quedo presa... y tus brazos, oh, ¡tus brazos! que a gritos me exclaman que les dé un abrazo. ¡Lo eres! ¡He dicho que lo eres y punto! Sí, sí... . Que vives en tu propio mundo, mientras yo muero encerrada en mi burbuja, la que explotas cada vez que tú me miras. Tú y tu voz, tan fuerte y ronca, que podría sentir cada gesto de tu boca. Tú y tus malditas palabras, que hacen que caiga una y otra vez en el enredo de sus sílabas. Sólo tú. Me quedaría enlazada en tus manos sin necesidad de esposas. ¡Y lo vuelves a hacer! ¡Una y otra vez! ¿Y dices que no te das cuenta? Tú y tu cálido aliento aún estando a bajo cero. Tú y tus zapatillas rotas que tantos lugares han visto. Tú y tus pasiones, deseos y sueños. Tú y tu piel suave, la misma que me pasaría acariciando durante horas. Tú, tú y tú. ¡Siempre tú! ¿Qué sigues sin darte cuenta? ¡Mientes!


miércoles, 15 de diciembre de 2010

Hoy.


Qué cosas... Siempre estamos hablando de nuestras vidas, y andamos pegados al tiempo a todas horas... Y lo cierto es, que la mayoría de las veces que hablamos de él lo hacemos tan sólo porque nos preocupamos de dos cosas: el pasado y el futuro. Sí, sí; son dos de las cosas que más nos atormentan y de las que más nos martirizamos... Nunca nos centramos en el hoy, aquí y ahora, en nuestro presente. Constantemente nos preguntamos ¿por qué? con la mirada puesta en el pasado, y no dejamos de quedarnos ilusionados con ese gran futuro que nos espera y que será mucho mejor que lo que hemos vivido anteriormente. Pero, ¿por qué no nos centramos en el ahora? Sencillamente, no somos capaces. Quizás sea el deseo de querer vivir sin sufrir, sin problemas, con un montón de ilusiones bajo la manga y con una sonrisa de oreja a oreja, pensando en que eso, tal vez pase mañana. Quizás el no querer olvidarse de un recuerdo del pasado al que estás tan aferrado, que no te deja ver que hoy es un día maravilloso. Andamos siempre pensando en el día de mañana; un gran futuro por delante, pensar las cosas con cabeza, un viaje dentro de ocho meses, si seguirás con esa persona especial dentro de unos cuantos años... sin si quiera darnos cuenta, de que lo único que importa es lo que sientas o no hoy, justo en este segundo, de este minuto, de esta hora, de este día. Vivimos con miedo. Ese temor que nos come por revivir las malas experiencias de las que tanto hablamos del pasado, creyendo que quizá en el futuro no nos hagan daño. Piensa en lo mucho que brilla el Sol, en lo altas que están las nubes hoy, en el color frío y serio del viento o hasta en qué comerás hoy. Disfruta, baila, ama, canta, sueña, ríe, juega, corre, llora, pinta, escribe, salta, enamórate sin miedo... Sólo si te centras en ti y no en unos números de ese viejo y nuevo calendario, podrás ser feliz. Nadie te asegura que no lo pases mal, que no llores, que no sufras,... pero retenerte para siempre en el futuro que quieres vivir o en el pasado que te enamoró no hará que el día de hoy cambie. Otros lo llamarían simplemente "carpe diem"...


domingo, 12 de diciembre de 2010

Quizás...


La vida parece ir como en una carrera de coches y yo tengo el motor estropeado... Simpatizo ahora con los caracoles, que ven pasar la vida velozmente y no son capaces de seguir el ritmo. ¿Qué me está pasando? Yo antes vivía el día a día sin que se me olvidase un segundo, sin desparramar un minuto como quien desparrama una taza de café, y sin desperdiciar una hora, y ahora, ¿qué pasa? No me pongo al día en mí. Algo habrá que hacer.

sábado, 11 de diciembre de 2010

¡

"Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad.
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas... comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado... aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas...
Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma... descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.
Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, sólo por el placer de disfrutar su compañía.
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la ultima vez que las veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.
Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto.
Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve...
Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlaran y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados. Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias... aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.
Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.
Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones.
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese, porque le estarás quitando la esperanza.
Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel.
Descubrirás que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo...
No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.
Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.
Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.
Entonces y sólo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más. Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla."

La Vida. William Shakespeare.

jueves, 9 de diciembre de 2010

En el laberinto de tus lunares.


Me hacen gracia tus lunares. Sí, sí, como lo oyes ¡tus lunares! Intento de vez en cuando contarlos, hacer un laberinto con ellos o unirlos y formar dibujos, como los que hacías de pequeño uniendo puntos... Aunque la cosa se queda ahí; en intentos, pues al mirar tu espalda desnuda, tus brazos, tú al fin y al cabo... Se me olvida cómo se contaba, y ni siquiera sé salir del laberinto de tu propio cuerpo cuando enlazo mis brazos entre los tuyos.
Me hacen gracia tus pecas. Sí, sí, ¡tus pecas! ¿Qué hay más gracioso que eso? ¿Qué hay más gracioso que ver la sonrisa tímida que se te escapa cuando me embobo ante tus pecas? Y sólo con eso, ¡te beso! Una, y dos, y tres veces...





lunes, 6 de diciembre de 2010

Qué injusta es la vida. Hay gente que se muere por vivir, y otras, que se desviven por morir. Diréis que estoy loca, y que eso no pasa. Pero sí que pasa, día a día, noche tras noche. Ahí fuera hay personas que luchan por sobrevivir un día más en este puto mundo, por colarse entre uno de los rayos de Sol y sumergirse entre el fulgor de las calles, el ruido de los coches y el espectacular color de los edificios. Sí, quizás a veces en vano, pues horas es lo único que les queda... También están aquellas personas que quieren abandonarlo todo; vivir para ellos ya es la opción fácil y morir la difícil. Eutanasia lo llaman... Vivir sólo tiene sentido si puedes disfrutar de la vida, si respiras el aire por ti mismo y no si respiran y te cuentan la vida por ti. Quién sabe...

viernes, 3 de diciembre de 2010

"!"

¿Cuánto cuesta olvidar un recuerdo? Sí, obviar un sentimiento, acción o palabra del pasado. Son como un boomerang; por muy lejos que los lances, siempre vuelven. ¿Se mide en dinero, en acciones buenas o en experiencia de la vida? Creo que más bien cuesta quitártelo de la cabeza. Cuanto menos quieres recordar algo, más piensas en ello. Sí, sí, suena contradictorio, ¿verdad? Pues es así. Igual que al prohibir cualquier cosa, la estás haciendo automáticamente más atractiva y deseable. Siempre queremos lo que no tenemos. Nunca nos conformamos con uno; queremos dos, tres, cuatro, ¡y cinco si hace falta! Pero el tener más no hará que lo que quieras olvidar sea más grande. Es como querer olvidar a alguien y emborracharte tú mismo de sus fotografías, de vuestros recuerdos y de sus caricias. A veces es peor el remedio que la enfermedad. En este mundo de locos nunca sabes si acertarás con cada camino que elijas, pero, lo único que puedes hacer es intentarlo. Y sí, es posible que el día de mañana te venga un boomerang directo a la cabeza, mas, quien no arriesga, no gana. Olvidar es fácil, querer hacerlo, es distinto.
Es como querer llorar y tener los ojos secos. ¡Cuánta impotencia!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Constantemente entrará y saldrá gente de tu vida, yendo y viniendo, pero espero que me dejes quedarme el tiempo suficiente como para decirte que te quiero las veces necesarias.
No sé si creer o no en los amigos para siempre, pues, con dieciocho años ¿quién es capaz de afirmarlo o desmentirlo? pero me gustaría creer que sí... Ahora no me imagino mi día a día sin ti. No entiendo de mejores amigos, almas gemelas o cualquier cosa que se le parezca, pero ¡me encanta que seas mi media mandarina! Como también me encantan tus ojos y la forma que tienes de mirar el mundo... Me encanta pensar que aún siendo distintos, somos iguales. Sé que hay mil formas de ver la vida, de vivir la que nos toca y de sentirla, pero siento no haberte tenido en mi vida antes. No sabes la falta que me hacía tener a un amigo como tú.
He conocido a poca gente como tú, Carlos. Sí, poca que de verdad valga la pena, poca gente por la que piensas ¡lo doy todo y más!, poca gente tan fuerte, alegre, cariñosa y artista como tú. Porque no me dices lo que quiero escuchar, sino lo que piensas. Conocerte ha sido una oportunidad que me ha llegado por el camino... :) vive la vida al máximo, porque te mereces lo mejor de ella, disfruta del día a día, sonríe como si no hubiera mañana y piensa que estaré aquí siempre que quieras verme o necesites un abrazo. Te quiero mucho, mucho, mucho...