Nunca me dí cuenta de lo importante que era hablar hasta que me quedé afónica. Nunca me dí cuenta de lo importante que es que te quieran hasta que odié el mundo. Nunca me dí cuenta de lo importante que es andar hasta que me quedé coja. Nunca me dí cuenta de lo importante que es ver, de lo bonito que es el mundo, del bello color de los colores, hasta que necesité gafas. Nunca me dí cuenta de lo importante que es saber idiomas hasta que viajé al extranjero. Nunca me dí cuenta de lo importante que es quererse a sí mismo hasta que mi ego me hirió. Nunca me dí cuenta de lo importante que es pensar hasta que dejé la mente en blanco. Nunca me dí cuenta de lo importante que es quererte hasta que te perdí... No digas ahora la frase de te das cuenta de las cosas que tienes, cuando las pierdes. Esfuérzate, vive la vida de tal forma que tengas cantidad de cosas que echar de menos, de muchos momentos que arrepentirte, pues es ésa la única forma de ver todo lo que has tenido.
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