¿De qué tienes miedo?

La miró durante un minuto entero. Sesenta cortos segundos perdido en su mirada azul celeste. Rió para sí.

- ¿Te puedo preguntar una cosa? - dijo algo inseguro. No sabía ni plantear la pregunta y se lanzó de lleno a la piscina.

- Claro, ¿qué pasa? - ella era siempre tan inocente. Sus palabras sonaban dulces, algo frágiles pero seguras.

- ¿Tienes... - carraspeó y se aclaró la garganta.- esto; tienes miedo a... algo? - parecía que estuviera estudiando las palabras, como si al decirlas mal, detonasen una bomba.

- ¿Por qué lo preguntas?

- Pues... verás, el miedo... el miedo siempre me ha parecido muy útil.

Abrió los ojos, y él se dio cuenta de que no entendía nada dentro de un todo...

- ¿Útil? ¡Cómo va a ser útil tener miedo, sería más bien al revés! ¿En qué te puede ayudar tener miedo?

- Es el eje vertebrador de la vida.

- ¿Qué?

- Sin miedo, no seríamos nada, nos hace fuertes, nos mantiene sanos y salvos.

- No entiendo nada.

(...)